Codó, Pep (1946-)

Nació en Sant Cugat del Vallès en 1946. Aprendió el oficio de yesero con su padre y el moldeado y la construcción de maquetas, hasta que entró en el mundo de la escultura.

Con estudios en la Massana, empezó a exponer en 1963. Gabriel Ferrater le dedicó el último escrito sobre arte que realizó antes de su muerte. En 1983 obtuvo la beca para la Promoción e Investigación de las Artes del Ministerio de Cultura español. En 1985 se encontró con Jorge Oteiza en Madrid, en Arco-85. En 1988 residió en Nueva York en casa del escultor Xavier Medina Campeny. En 2001 presentó la exposición Pedra i Ferro en el monasterio de Sant Cugat donde mostró cabezas adornadas con unos trazos mínimos. En 2003 residió en Corea del Sur. Actualmente vive y trabaja en La Floresta.

La escultura de Pep Codó es un reconocimiento a las formas de la naturaleza, a los procesos de transformación y, por lo tanto, a la huella del tiempo en nuestro relieve natural y social. A través de un estudio consciente del material pétreo, examina su núcleo sensitivo para dar volumen a un cuerpo que podemos entender en origen como amorfo, y busca su simbología y significado reales, cuál es en definitiva la forma escultórica de aquella piedra, dotando de vida lo que se nos sugería totalmente inerte. De este modo, el resultado final muestra en sí todo el proceso evolutivo de la pieza, desde la conceptualización hasta el último toque.

Entre sus obras públicas destacan la escultura del parque Kionggi, en Corea del Sur; “Diálogo”, piedra basáltica de Castellfollit de la Roca, ubicado en la plaza del Auditorio de Sant Cugat, una especie de moai de la isla de Pascua, y 'La Rosa dels Vents' del Turó de Can Mates. En 2012 creó un monolito de 2,2 metros de piedra basáltica de la Garrotxa en formato cilíndrico con ondulaciones en los Jardines de Winston Churchill, en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona, homenaje a Winston Churchill.